sábado, 31 de agosto de 2013

LA UNIVERSIDAD PÚBLICA EN SU ENCRUCIJADA (Primera de cinco partes)

Los estudios sobre la universidad han constatado, en la última década, el avance, sin duda, respecto al mejoramiento de sus funciones sustantivas a partir, muchas de las veces sin debate, de las políticas públicas que los gobiernos en turno han establecido en sus planes nacionales de desarrollo, medido a partir de cumplir con los estándares e indicadores, estemos o no de acuerdo en los enfoques o los métodos para su valoración. Asimismo, se ha constatado de manera irrefutable, la relación directa entre las directrices dictadas por los organismos supranacionales como la OCDE, con respecto a los objetivos y metas que deben seguir los países emergentes, como México, en su cruzada, para llevar a sus ciudadanos a mejores condiciones de vida. Para ello, se establecen como ejes estructurales,  entre otros, la mejora de la calidad de la educación.  Ahí se ubica el primer referente para el debate: nos hemos avocado al mejoramiento integral  de nuestros sistemas educativos, aunque en la realidad, poco o nada se sabe para qué modelo de País.
Aquí inicia uno de los primeros retos y problemas para las universidades e instituciones de educación superior.
Por otra parte, en los últimos 10 años, podemos identificar en las políticas públicas, como en el caso mexicano,  que se refieren y tienen la intención de resolver los problemas estructurales como; abatir los índices de pobreza, crear nuevos empleos permanentes y bien remunerados, incrementar la escolaridad de la población, trabajar el desarrollo del sistema educativo en el marco de preocupaciones tales como la cobertura, equidad, calidad e infraestructura. El acceso universal de la población a los servicios de salud, la atención a los altos índices de criminalidad en el país,  en suma, se pretende la normalidad constitucional para la población en general. Pareciera que este discurso es políticamente correcto e irrenunciable en la búsqueda del valor central de cualquier ciudadano: tener las condiciones fundamentales y suficientes que un Estado moderno le puede ofrecer a sus ciudadanos.  Nadie, estamos ciertos, negaría que estos conceptos estelares, forman parte de cualquier documento constitucional, y que se expresan, en específico,  en sus leyes secundarias.
La pregunta central es: ¿Cuál es el papel de las universidades e instituciones de educación superior, si se reconoce y asume que en dichas entidades, son los espacios posibles y privilegiados para el debate de los grandes problemas nacionales y estructurales,  la problematización del mundo de la ideas, en síntesis, de las grandes líneas de pensamiento, así como para generar conocimiento nuevo en todos los ámbitos científicos y profesionales?  y ¿porqué esta pregunta? Nada más y nada menos, por la esencia, significado y trascendencia de ser universidad.

En ese marco, ¿la universidad debe vincular de manera real y efectiva la formación profesional, la investigación y el posgrado, la extensión y vinculación a los problemas estructurales de cada país en la lógica de anticiparse y formar  un nuevo tejido social y de universitarios para el cambio estructural?
Si bien las posibles respuestas cerrarían tal vez el debate con un sí, valdría entonces, generar nuevos argumentos sobre el tema, toda vez que las evidencias empíricas apuntan a que no necesariamente las universidades e instituciones de educación superior presentan en su agenda institucional líneas explícitas para coadyuvar en la generación de respuestas a las diversas problemáticas estructurales que tiene la sociedad civil. Sus esfuerzos se materializan en buscar su viabilidad interna, en el privilegio de la docencia, de la formación profesional y responder, en paralelo, a las políticas externas dictadas por los gobiernos en turno, más en la búsqueda de recursos económicos complementarios y extraordinarios para continuar con sus compromisos históricos, que le dan pertinencia. 

lunes, 22 de julio de 2013

Universidades en movimiento. El debate acerca de la gestión de la calidad y las actitudes del profesorado ante las transformaciones universitarias (2013). Olaskoaga, Jon; Marúm, Elia; Rosario, Víctor; Pérez, David. ANUIES

"Este libro trata precisamente de las opiniones, actitudes y comportamientos de las y los académicos frente a la calidad y su gestión en las instituciones universitarias. Su finalidad no es tanto describir la reacción de quienes son académicos, sino interpretarla adecuadamente. Parte del interés de este planteamiento reside en que trata de reconocer las causas de un hecho inusual: el discurso de la calidad y la propia gestión de la calidad en su variedad convencional de TQM han sido aceptados más pacíficamente en cualquier otro territorio que en las instituciones universitarias. Pero hay otros elementos que abonan el interés de esta investigación; por ejemplo, a quienes participamos activamente en la universidad no deja de provocarnos cierta inquietud la posibilidad de que las institucones que representamos estén menos preparadas que las demás para afrontar las transformaciones que exige la continua adaptación a las condiciones del entorno; y nos disgusta pensar que los docentes estemos menos dispuestos que el resto de los trabajadores a aceptar que es en la calidad de nuestro trabajo donde reside la mayor parte de nuestro valor añadido.
La precaución, la reticencia y la indiferencia de los docentes ante unas propuestas aparentemente tan bien intencionadas como las de la gestión de la calidad, representan para nosotros un misterio, al mismo tiempo que un motivo de preocupación" (p. 11)

viernes, 22 de marzo de 2013

La Universidad de Guadalajara de Tonatiuh Bravo Padilla. El Informador (2013) Dossier. 20 de marzo.


La UdeG de Tonatiuh Bravo Padilla



En el presente artículo se describe de manera amplia la trayectoria del nuevo Rector General de la Universidad de Guadalajara. Para efectos de entender la lógica política e institucional que mueve a la segunda universidad más importante del País, vale la pena identificar la configuración de quienes a más de 20 años ejercen el poder en la universidad pública de Jalisco.
En efecto, de todos los actores cercanos al gran decididor, el Maestro Tonatiuh es el que en las actuales circunstancias sociales y en el contexto del  regreso, de nueva cuenta, del Partido Revolucionario Institucional, tanto en el gobierno estatal como en el federal, es el que garantiza una línea de gestión institucional de alcance nacional, tanto por sus cualidades como gestor, como por su perfil académico - político. Se reconoce que el estilo de gestión y gobierno del Mtro. Bravo Padilla, representa un valor agregado para la consolidación de la Universidad de Guadalajara, urgida de una nueva reforma académica en el marco de los grandes cambios que hoy, la sociedad civil, reclama a las universidades públicas y  privadas, así como a las instituciones de educación superior, no ajena a los valores y principios sociales emergentes, que ya algunas universidades e instituciones están en pleno proceso de consolidación. 
Al finalizar el análisis del texto, tendremos elementos para deducir y responder algunas preguntas con respecto a la condición irrenunciable de ser universidad (ausente en los espacios universitarios); la tarea permanente de construir proyectos sociales y educativos a través de una verdadera democracia académica en la Institución y, comprenderemos, además, las razones de la casi nula participación de los profesores e investigadores en las tareas académicas transformadoras, alineados en órganos de gobierno en donde el debate y el diálogo incluyente y transparente, siguen siendo una materia pendiente. 

jueves, 21 de febrero de 2013

APUNTES PARA EL FORTALECIMIENTO DE LA UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA ORGANIZADA EN RED

El primero de abril de 2013 se inicia en la Universidad de Guadalajara una nueva administración rectoral. Este cambio de autoridades se ubica en un contexto en el que la Universidad se encuentra en un proceso para generar nuevas rutas, lineamientos y sobre todo políticas académicas que renueven el tejido educativo que prevalece hoy en día en los centros universitarios y en el sistema de educación media superior.  Esta renovación no es nada más con respecto a las funciones sustantivas, sino lo fundamental, se refiere a la gestión institucional, a la gestión directiva, lo que exige, de inicio, una renovación de los sujetos que han prevalecido en los últimos años como los titulares de los principales espacios de gobierno mediante un sistema de enroques utilitarios para una forma de gobernanza instituido. Si bien este es un tema escabroso, asusente del debate académico y que por lo general son temas que no se tocan, sería una omisión por parte de los académicos no dialogar sobre la necesaria transición hacia una Universidad participativa y comprometida desde adentro. No reconocer la necesidad de una renovación en la forma de hacer gestión, como una de las variables a intervenir para lograr la reconfiguración de los ambientes institucionales rumbo a una universidad abierta, educadora, internacional, reconocida por la sociedad jalisciense, sería contradictorio con las exigencias de una ciudadanía que reclama claridad de las instituciones que ejercen recursos del      erario nacional, como lo son las universidades públicas.  La obligación de los universitarios es aspirar y construir una universidad que genere capacidad socioeducativa de todos sus actores, con una fuerte vinculación con el entorno y ligada a las grandes necesidades nacionales. Una Universidad involucrada en una cruzada por su pertinencia y calidad y con una perspectiva Iberoamericana; que haga suya la inclusión como categoría transversal en sus procesos de ingreso y permanencia de sus estudiantes, en todos y cada uno de los programas educativos.
Algunos puntos sobre los cuales deberá establecerse una posible agenda para el período rectoral (2013-2019) son los siguientes:

1.- Fortalecimiento de sus finanzas desde diferentes fuentes para lograr el incremento de su cobertura con calidad y equidad.
2.- Repensar el modelo académico desde una lógica interdisciplinar y transdisciplinar para generar nuevas ofertas educativas acordes con la generación de los conocimientos de frontera en los diferentes campos científicos y profesionales, así como en los nuevos modos de hacer ciencia. Esto implica desestructurar la vida departamental de corte disciplinar y monoprofesional que prevalecen sobre todo en los centros regionales.
3.- Reconfigurar en un sistema integral los servicios académicos como un apoyo significativo en la formación del estudiantado, que les permita construir capacidad educativa en el marco de un modelo de egresado con capacidades cognoscitivas, procedimentales y actitudinales de carácter anticipatorio y de construcción de proyectos para toda la vida.
4.- Relanzar la vida colegiada y colaborativa de los órganos de gobierno, entidades académicas desde una posición de respeto al debate, diálogo y construcción horizontal de los proyectos institucionales, lo que implicaría la congruencia entre los que se vive en la Universidad, en sus formas de trabajo, con lo que la sociedad mexicana demanda: participación con respeto.
5.- Fortalecer las funciones sustantivas de docencia e investigación a partir de establecer a la evaluación e innovación  como procesos que modifiquen los métodos actuales para la formación y la generación de conocimiento nuevo.
6.- Diseñar proyectos estratégicos en cada uno de los centros universitarios alineados a las grandes necesidades de los jaliscienses y operacionalizados mediante programas educativos alternativos, procesos de investigación, que respondan a las diversas problemáticas sociales, económicas y culturales y desarrollar un nuevo paradigma sobre la extensión universitaria que recupere los saberes populares y las nuevas expresiones artísticas.
7.- Diseñar un modelo educativo para la educación virtual que promueva la utilización de las tecnologías de la información como un programa institucional estratégico para que un mayor número de jaliscienses acceda a estudios de educación media superior y superior.
8.- Democratizar la vida sindical de académicos y administrativos en el marco de los principios universales de respeto y debate correspondientes a los temas laborales, alineados a la misión y visión de la Universidad
9.- Revisar la normatividad universitaria como mediación para favorecer el desarrollo institucional y toma de decisiones de manera pronta y expedita, lo que implicaría la necesidad de nombrar formalmente un abogado por centro universitario y en el sistema de educación media superior, con un perfil jurídico expertos en derecho administrativo.
10.- Establecer la figura del Ombudsman Universitario en el que participen para su elección, representantes de la sociedad civil a través de organismos no gubernamentales.

Las ideas anteriores tienen la intención, en efecto, de generar el debate sobre los retos y expectativas de la Universidad de Guadalajara en transición hacia un nueva gestión rectoral.



martes, 22 de enero de 2013

XV CONGRESO MUNDIAL DE EDUCACIÓN COMPARADA

Nueva fecha final para el envío de ponencias
15 de febrero de 2013

NUEVOS TIEMPOS, NUEVAS VOCES. PERSPECTIVAS COMPARADAS PARA LA EDUCACIÓN

La educación y los sistemas educativos están enmarcados en los nuevos tiempos que surgen en el mundo actual, inmerso en complejos procesos de transformación desde lo político, lo cultural, lo ideológico, lo religioso, lo social, lo económico, lo pedagógico. Esto lleva a la aparición permanente de nuevas voces que son expresiones –a veces en forma directa, a veces indirectamente- de esos nuevos tiempos.
Estas nuevas voces son generalmente diferentes: en la mayoría, son nuevas voces; en otras, voces ya conocidas con nuevas propuestas. Frente a esto se presenta una educación resistente a esos procesos. Muchas veces, afortunadamente y, en otras, lamentablemente.
Por su parte, los procesos de globalización intentan uniformar las voces y los pensamientos, con la utilización –a veces excesiva- de los nuevos medios y modalidades de comunicación.
Ya casi todos coinciden que el conocimiento y la educación serán los que definan el futuro de la humanidad, de los países y de sus pueblos. La educación y la investigación científico-tecnológica serán la base para el ansiado bienestar social o para la marginalidad. Los países y los pueblos que apuesten fuertemente a la ciencia, a la cultura y a la educación serán los actores principales del desarrollo mundial y del de cada uno de las regiones y países. La educación cobra, pues, una centralidad mucho mayor que en el pasado. Y esto ocurre en el marco de los nuevos tiempos y de las voces emergentes en cada región del mundo, en cada país y aún en el interior de éstos.
La educación comparada requiere, por lo tanto, constituirse en uno de los ámbitos principales para los necesarios debates sobre estos nuevos procesos, en su mayor parte desconocidos hasta la actualidad.
Esto exige nuevos desarrollos conceptuales, nuevas metodologías y nuevas modalidades para el pensamiento comparativo, que permita conocer, apreciar y evaluar las voces y pensamientos ya vigentes, así como los nuevos, los emergentes en diferentes regiones, países y culturas.
La educación comparada debe contribuir significativamente –desde lo académico, desde la investigación y la formación- a cooperar para orientar en el aquí y el para qué de la educación, en un mundo en transformación.
También debe ayudar a los gobiernos, a las gestiones educativas y a las sociedades en el análisis crítico de las mejores opciones políticas para el más justo desarrollo social y económico de los países. En particular, para atender satisfactoriamente las demandas de las regiones, de los sectores y de las personas –hasta ahora- injustamente marginadas de la educación.
Para ello, la Educación Comparada debe:
  • contemplar a la educación desde los primeros años de vida hasta el final de la misma,
  • atender a una Educación para Todos, desde la básica a la superior,
  • contemplar la formación y desarrollo profesional de los docentes,
  • considerar la diversidad social, cultural y física,
  • reflexionar sobre las concepciones curriculares que atiendan a esas exigencias y en especial  al qué y al para qué educar,
  • profundizar los estudios sobre el mejor y mas justo aprovechamiento de las nuevas tecnologías,
  • promover la renovación de los modelos de gestión que incluyan una planificación estratégica, el desarrollo de procesos de decisión concertados y una evaluación sistemática de las instituciones educativas, sus alumnos y sus docentes, en el marco del contexto cultural y social en que actúan.
La educación forma para el futuro por lo que es imprescindible una mirada prospectiva, basada en la historia, en el presente y en los desafíos de los nuevos tiempos y de las nuevas voces.


http://wccses2013.com.ar/website/