lunes, 24 de enero de 2011

Los académicos y su responsabilidad para vivir la autonomía desde el interior de la universidad pública: El ejemplo de la UABC.

Estimados Compañer@s
He seguido con mucho interés las actualizaciones del Observatorio Académico Universitario de la Universidad Autónoma de Baja California y hasta el momento me queda claro:
1.- El Observatorio es un verdadero espacio para que los universitarios expresemos nuestras reflexiones, propuestas y consideraciones sobre la vida universitaria, el ejercicio del poder, de la trama con la que se van configurando las alianzas perversas de actores hegemónicos que pretenden eregirse como los "caciques modernos" y manipular a uno de los inventos del hombre, la universidad, que implica en su esencia: crítica, debate, responsabilidad y ética. El observatorio, como mediación, se convierte en una posibilidad de expresión, para todos los universitarios de las universidades públicas de México y latinoamérica.
2.- La creatividad de las diversas secciones que presenta el Observatorio y de su permanente actualización habla de una comunidad que poco a poco avanza en el debate abierto sobre los asuntos torales de su universidad, en este caso, la sucesión rectoral.
3.- Esta experiencia, abre una línea clara sobre la necesidad de repensar a la autonomía universitaria, no para cuestionar su esencia, el ser de lo que representa, sino para reconocer sus límites cuando unos cuantos la enarbolan, en su provecho o para mantener el status quo, con las consecuencias lamentables para la sociedad mexicana, que está esperando, en estos tiempos de desesperanza, propuestas y acciones que la vinculen realmente con las necesidades sociales. No desde el discurso sino desde una propuesta moderna que "obligue" a los universitarios a intervenir la realidad.
4.- El Observatorio Académico de la UABC es exportable, y está en nosotros, hacer una realidad esta estrategia, por todos los procesos de renovación de autoridades universitarias que vienen en las universidades mexicanas. Lo contrario sería una falta grave a la responsabilidad que tenemos con nuestras comunidades. La pregunta sería: ¿Realmente los universitarios nos sentimos representados por los Consejos Universitarios?