viernes, 14 de septiembre de 2012

Transformar la universidad para transformar la sociedad


En la presente introducción del libro "Transformar la universidad para transformar la sociedad" (2010) bajo la coordinación de René Ramírez, se contextualiza y plantean los caminos y los procesos de transformación de la universidad pública en Ecuador. En este inicio la argumentación del libro señala que "en 1999, justo el mismo año que Ecuador vivía una de las mayores crisis financieras y sociales del siglo, se inició la «huelga del milenio» de los estudiantes universitarios mexicanos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con la cual se inauguró simbólicamente un ciclo de protestas estudiantiles a lo largo del mundo, que ya dura más de diez años. 
Luego del triunfo de los estudiantes universitarios en México para evitar el arancelamiento en la UNAM, se han producido varios incidentes similares en las universidades de América Latina: la ocupación de las universidades públicas en protesta por los recortes presupuestarios en Argentina; las movilizaciones contra el asesinato de alumnos en Colombia, y contra la privatización de la educación superior pública en Bolivia y 
Costa Rica; las movilizaciones exigiendo la extensión de la matrícula en El Salvador, o el pago de salarios justos a los profesores de universidades públicas en Perú y República Dominicana. 
Pero esta ola de movilizaciones universitarias no es solo una tendencia regional, sino que también se ha desplegado a nivel mundial, coincidiendo, en los últimos cinco años, con la mayor crisis del capitalismo global desde 1929-30. Entre otras manifestaciones notorias de esta ola, podemos considerar:
Otoño del 2005 en Italia, contra la reforma de la escuela y de la universidad Moratti y Zecchino-Berlinguer (aplicación Plan Bolonia); noviembre 2005-mayo 2006 en España contra el proceso de Bolonia; diciembre 2005 en Dinamarca contra la reforma que prohíbe los exámenes universitarios colectivos;  primavera del 2006, en Francia contra el CPE; en mayo en el 2006, en Grecia contra la ley de educación superior; en el último trimestre del 2007, con las protestas contra la Ley Pécresse de autonomía de las universidades en Francia, y con la continuidad de la lucha en defensa de la universidad pública y gratuita en Gre-René Ramírez. En el año académico 2008-9, la «onda anómala» del movimiento estudiantil italiano en el otoño del 2008; la «revuelta-señal» griega; las movilizaciones contra el proceso de Bolonia en el Estado español y las protestas iniciadas en enero del 2009 por profesores e investigadores universitarios […]. A esto hay que sumar la reciente huelga del 24 de septiembre del 2009 en la Universidad de California, ante el enorme recorte de la aportación estatal a la universidad (Sevilla, 2010: 145,163).
Por otra parte, en Ecuador, a partir del 8 de febrero de 2008, el Gobierno empieza públicamente a interpelar crítica y propositivamente a la universidad ecuatoriana, iniciando con esto un proceso de transformación inédito en el sector de la educación superior desde el retorno a la democracia en 1979.

Estos hechos, en apariencia inconexos, dan cuenta de una realidad. A nivel mundial, las protestas universitarias, si bien tenían como eje fundamental una crítica radical a la propia universidad, a la vez estaban cuestionando a la economía y la sociedad en su conjunto. Como se verá más adelante, esto sucedía principalmente porque la praxis universitaria es espejo de la praxis socioeconómica de un territorio. 
En Ecuador, ni después de la crisis de 1999 ni antes de la crisis mundial de 2009 ha existido un movimiento que permita afirmar que la universidad —como actor social en movimiento— haya sido crítica consigo misma y/o crítica con los problemas estructurales de la sociedad ecuatoriana.

 A nivel mundial, los movimientos estudiantiles han hecho un análisis de la crisis universitaria en el marco de la crisis más general del capitalismo moderno, análisis que no se ha dado en el país (ver Aronowitz, 2000; Sevilla, 2010). 
El proceso de transformación universitaria que se vive en Ecuador actualmente tiene que reflexionarse en una dimensión más amplia y no desarticulada de la crisis mundial y de los cambios que se viven en la región.