viernes, 11 de marzo de 2011

Inicia Colombia un Profundo Proceso de Transformación de la Educación Superior

Estimad@s Colegas
Una de las aportaciones que tienen los procesos de reforma en la educación superior en América Latina, es sin duda, la estrategia que se implementa a partir de la concepción que se tiene de la educación para el desarrollo humano y económico de los pueblos. Sin regateos, debe aplaudirse la decisión política del gobierno colombiano y su intencionalidad en las decisiones para involucrar, en esta tarea, a los diversos sectores sociales, productivos, profesionales, laborales y de los padres de familia, con la finalidad de incrementar la cobertura y la matrícula de jóvenes de bajos ingresos, la calidad de la oferta educativa, los procesos de innovación e investigación como la apuesta determinante para la transformación con sustentabilidad, con una intensa fundamentación étíca, como del incremento decidido para el financiamiento con imaginación e involucramiento de los sectores, que han estado relegados en esta tarea, por la falsa idea de la pérdida de la autonomía institucional. La Reforma de la Educación Superior que se ha lanzado en Colombia, además de pertinente y oportuna, en el marco de la problematización compartida por el Presidente Santos con los Rectores y Directores Generales de la Educación Superior, posee los elementos sustantivos que configuran un escenario pertinente para el éxito de la propuesta. La sensibilidad como proceso y la lógica comunicativa, que genere sentido de pertenencia al proyecto, serán indispensables en un contexto internacional en donde la educación seguirá siendo el fenómeno humano supremo para construir sociedades más justas, equitativas, incluyentes y sustentables. Observaremos la implementación de las acciones y por supuesto estoy cierto que aprenderemos desde los horizontes que se nos develen. Los signos de este tiempo, no tiene vuelta, es el cambio para las tranformaciones con sentido humano, con liderazgo y cerrando brechas en el tejido social.

Esperamos sus comentarios a esta reflexión y reporte.
Gracias
Víctor M. Rosario M.